Las prendas blancas siempre están a la moda pero también es cierto que se ensucian con mayor facilidad, y la aparición de horrorosas manchas en ellas es muy frecuente. El sudor o el roce de la piel pueden provocar antiestéticas manchas difíciles de quitar e incluso dejar un tono amarillento sucio muy poco favorecedor.
Uno de los mejores trucos que hay para quitar las manchas amarillas de la ropa blanca es usar limón y bicarbonato, ambos productos son idóneos para conseguir blanquear las prendas y que vuelvan a lucir como el primer día. Para ello tan solo tendremos que coger un limón y restregarle el jugo en la zona manchada; después añadimos un poco de bicarbonato y tendemos la ropa al sol hasta que se seque. Aproximadamente tendremos que dejar que pase 1 hora para que este remedio cause efecto.
Después tan solo tendremos que echar la ropa a la lavadora, como hacemos habitualmente, y cuando la saquemos veremos cómo las manchas amarillas han desaparecido.
Otro truco para deshacerte de las antiestéticas manchas amarillas en las prendas blancas es aplicar calor. Coloca la plancha caliente sobre las zonas amarillentas cubiertas con polvo de talco. Deja un poco de espacio entre la plancha y la prenda, lo suficiente para que el calor actúe durante unos segundos. También puedes aplicar un poco de vapor.
Después de aplicar el calor, plancha la mancha con el talco. Debes dejar que la plancha esté sobre la prenda tan solo tres segundos. Después, sacúdela para eliminar el polvo de talco.
Para deshacerte de las áreas amarillentas de las axilas producidas por el sudor, sigue este consejo. Añade al tambor de la lavadora una aspirina una vez este esté lleno de agua. Su efervescencia hará que desaparezcan las manchas.
Otro método eficaz para eliminar las manchas amarillas es sumergir la prenda en una solución de agua fría y agua oxigenada. Hazlo antes de lavarla como lo haces normalmente. Si observas que el tono amarillo no desaparece del todo, prueba de aplicar directamente agua oxigenada, sin reducirla con agua.