Como en todo lo que uno lava, primero tienes que leer con atención la etiqueta de la frazada.
Las de lana no se pueden poner en la lavadora, pero algunas de materiales sintéticos se pueden lavar en la máquina sin problema.
Para las de lana puedes ocupar la tina del baño o un recipiente lo suficientemente grande para que la frazada quede más o menos estirada.
Antes de empezar a lavar, tienes que sacudir muy bien la frazada para eliminar todo el polvo que pueda tener. Pasar suavemente la aspiradora facilita este paso.
Pon la frazada en la tina y cúbrela con agua tibia.
Disuelve en un litro de agua, la cantidad de OMO que indique el envase.
Deja remojar toda la noche.
Al día siguiente enjuaga muy bien hasta que el agua salga completamente clara.
Puedes escurrir el agua de la frazada en la misma tina.
Para secar, ten la precaución de dejarla estirada y colgada en un lugar donde no le llegue nunca el sol.