Como sabes, hay piezas que son un poco complicadas de lavar, piezas a las que les sacas la vuelta y pospones su lavado hasta el último momento.

Estamos hablando de las piezas grandes, que con el agua, se vuelven aún más pesadas: los edredones, cobijas y sábanas.

Quizá te sea más fácil enviarlas a la lavandería que hacerlo en casa; pero esto a mediano o largo plazo, puede afectar a tu bolsillo. Así que sería conveniente considerar lavarlo tú misma.

La clave es seguir las recomendaciones del fabricante y tomar en cuenta algunas consideraciones para esta ardua labor en casa.

Para las sábanas:

• Asegúrate de buscar la etiqueta de lavado. Aunque hay marcas que no lo traen, de aquellas que sí lo incluyen, deberás seguir al pie de la letra lo que se indica.
• Las telas comunes (algondón y mezcla de algodón con sintético) son casi siempre lavables en máquina, asumiendo que tu equipo de lavado es lo suficientemente grande para que quepan. Para estar seguros que la sabana cabe, prueba metiéndola antes del lavado o secado; o bien busca en el instructivo de tu equipo, el peso que puede lavar. Si es demasiado grande, envíala a una lavandería profesional o llévala a una lavandería de auto servicio con máquinas más grandes.
• Para lavar telas comunes, usa la temperatura más templada (tibia) y que sea segura para las fibras. Esta temperatura es usualmente lo mejor porque, por lo general, las sábanas están hechas de sintéticos y/o tejido de algodón.
• Agrega suficiente detergente previamente disuelto antes de agregar la sábana. Acomódala muy floja alrededor de la tina de lavado.
• Si tienes tiempo, deja remojar las piezas por unos 20 minutos y luego lavar en un ciclo normal.
• Enjuaga con agua fría y exprime en la misma lavadora (el ciclo que da vueltas centrífugas).
• Antes de introducir las piezas a la secadora, verifica el instructivo de secado, si no lo trae, checa de qué está hecha, las telas sintéticas pueden encojer, o en el peor de los casos, desgarrarse o quemarse.
• Para secar, utiliza la temperatura adecuada para la fabricación de la tela, usualmente temperatura baja o media.
• Las sábanas y colchas también pueden secarse colgadas en el tendedero. De preferencia usando dos líneas para colgar la ropa, es decir pasando de un lado a otro la tela, algo así como si formaras una mesa alta. Con esto balanceas el peso y previenes que se arrugue y encoja.

Para las colchas o cobijas de lana y edredones:

• Si te encuentras una etiqueta que diga “dry-clean only” o “lavar en seco”, haz caso de ella. Si no existe una etiqueta de advertencia, debes usar tu intuición. El lavado en seco debe ser seguro, pero el lavado en casa usando procedimientos adecuados probablemente también sean seguros.
• Cada cobija de lana, lávalas por separado y solas.
• Utiliza un jabón neutral, jabón suave o detergente líquido especial para telas de lana, y que sea seguro para el lavado a máquina.
• Asegúrate que el jabón o detergente este bien mezclado con el agua antes del lavado.
• Utiliza bastante agua para un remojo parejo; éste debe ser de pocos minutos.
• Agita con tu lavadora en ciclo delicado por un minuto o dos. Luego, manualmente pon tu lavadora en “spin” o “exprimir” en velocidad alta. Otra vez llena con agua y enjuaga con agitación lenta por un minuto o dos y vuelve a exprimir. Hay algunas máquinas de lavado que ya incluyen doble lavado, es la oportunidad de usar este procedimiento.
• Seca la cobija o edredón, dejándola en un lugar plano, o bien sobre una colcha vieja y limpia; cuida de tenerla lo más estirada posible. O bien, como las sábanas, cuélgala en dos tendederos para que quede lo más lisa posible.