Acabas de sacar un trapo de cocina limpio y al poco rato ya parece llevar días rondando por ahí, ¿verdad? Lo cierto es que usamos estos paños para todo: secarnos las manos, limpiar superficies, agarrar ollas… Por lo que siempre deberemos procurar que estén en las mejores condiciones posible.
En primer lugar, será fundamental que en la cocina no uses un mismo trapo para todo, sino que deberás tener distintos paños para manipular carnes, pescados, limpiar superficies, secarte las manos, etc.
A la vez, deberás procurar no secarte directamente en un trapo después de haber manipulado alimentos crudos, sino que previamente deberás lavarte las manos.
Para limpiar superficies, lo más recomendable será usar bayetas que deberemos ir enjuagando y reemplazando con frecuencia, ya que son las que más suciedad acumulan.
Nunca deberás dejar los trapos tirados de cualquier manera, sino que deberás mantenerlos secos, evitando así que acumulen humedad y proliferen los gérmenes o bacterias.
A la hora de lavar los paños de cocina, te recomendamos hacerlo separadamente de las prendas de ropa, ya que requieren un tratamiento distinto. De esta forma, deberás optar por un programa largo a 60º para desinfectar los trapos y un detergente potente para eliminar toda la suciedad.
En el caso de que tengan manchas de comida, deberás pretratarlos antes de meterlos en la lavadora con algún producto quitamanchas adecuado.
Para secarlos, es recomendable ponerlos al sol e irlos cambiando con frecuencia, sin esperar a que estén muy sucios.