Las toallas son uno de los objetos que más utilizamos a diario. Para darnos una ducha, secarnos las manos, hasta limpiar la transpiración mientras hacemos actividad física. Como aliadas en muchas actividades cotidianas, es importante tenerlas siempre en condiciones. Pero la tarea puede complicarse: por más que las lavemos muy seguido, a menudo podemos observar manchas de humedad o un tono gris sobre nuestra ropa de blanco favorita. No basta el lavarropas para mantener las toallas siempre como nuevas; por eso te daremos algunos tips sencillos que te ayudarán a quitar manchas de humedad de las toallas.
Truco para sacar las manchas de humedad
Las toallas, por su función misma, absorben humedad en forma constante. Así, no es raro que luego de un tiempo de uso notes que han aparecido en la tela algunas manchas. Existe una solución sencilla para eliminar el problema: basta con mezclar dos cucharadas de almidón, sal fina y limón. Luego debes aplicar este preparado directamente sobre las manchas y dejarlo actuar durante unos minutos. Finalmente, vuelve a lavar la toalla en el lavarropas, con el programa de lavado que utilizas en forma habitual. ¡Habrá quedado como nueva!
Tratamientos especiales para toallas blancas
Por otra parte ¿alguna vez te ha sucedido darte cuenta de que tus toallas blancas, antes siempre relucientes, han adquirido con el paso del tiempo un feo color grisáceo? Pues bien: también en este caso hay una forma fácil y económica de blanquear la tela.
Debes mezclar en un balde tres litros de agua, una cucharada de sal gruesa y dos de amoníaco. A continuación, sumerge la toalla en la solución y déjala en remojo durante tres días seguidos. Cuando la saques, vuelve a lavarla con tu jabón en polvo o líquido de siempre. Comprobarás que el tono de la tela se ha aclarado bastante y que la toalla ha vuelto a adquirir su aspecto pulcro.
Otra manera de lograr que tu ropa se vea blanca es remojarla en un preparado hecho con rodajas de limón y tres cucharadas de bicarbonato de sodio. Esta es una fórmula blanqueadora por excelencia, que te sorprenderá por sus efectivos resultados. También puedes probar con realizar, antes del lavado en la máquina, un prelavado suave a mano con jabón blanco y agua tibia. No es necesario refregar mucho las toallas, simplemente removerlas un poco para sacar la suciedad y el roce superficiales.
Finalmente, al guardar las toallas dobladas, coloca entre ellas una pastilla de jabón sin su envase original: sentirás cómo se llenan de suave perfume.