1. Escoge telas adecuadas a la estación del año en la que estás. Si estas vendiendo tu casa en invierno, elige telas gruesas. Si, en cambio, vendes tu casa en verano, utiliza telas con texturas ligeras.
2. Nunca utilices telas de colores estridentes, estampados exagerados o colores muy oscuros. Los colores oscuros restan espacio a las habitaciones, los claros aportan luminosidad. Además, los colores claros dan mayor sensación de higiene.
3. Armoniza con el resto de tonalidades. Si tu dormitorio tiene acabados en madera y paredes color beige, blanco roto… Tu dormitorio será cálido, por tanto, sigue con las tonalidades blanco roto, color hueso, color piedra… Quiero decir que no coloques nada gris simplemente por ser el color de moda. Utiliza el gris si tu dormitorio es de estilo más moderno y se compone con estás tonalidades. Alguna de las pieza de la cama puede tener algo de color, no hace falta que todo sea blanco. Por ejemplo, en la siguiente foto pues ver que la funda nórdica tiene lineas marrones en zig-zag. Para hacer referencia a estas, los cojines son blancos, pero decorados con un perfil marrón. Parecen tonterías, pero son estos pequeños detalles los que hacen lo atractivo del conjunto.
4. Plancha siempre las sábanas. La arruga no es tan bella como dicen, al menos en la ropa de cama. No hace falta que las piezas estén planchadas enteras, basta que planches las partes que quedan a la vista. Si vives en la vivienda durante el proceso de venta, te será muy difícil mantener las sabanas sin arrugas porque, obviamente, utilizas la cama cada noche. Por eso, basta con que repases las partes que se ven y que lo hagas cuando sepas que vas a recibir visitas. En estos casos, las telas que no se arrugan con facilidad son tus mejores aliadas.
5. Perfuma tu cama todos los días. Es una costumbre muy agradable por lo que no sólo te la recomiendo por tener la casa en venta, para ti también. Tengo un pulverizador con colonia fresca de baño Brisa que compro en mercadona por menos de 2€ y cada mañana cuando hago la cama, pulverizo la colonia dentro de las sabanas y sobretodo en las almohadas. Cuando te vas a dormir, el olor todavía dura y las sabanas recuperan la frescura de cuando están recién lavadas.
6. Escoge el juego de sábanas perfecto. La sábana bajera, mejor lisa y ajustable por eso de que se ajusta mejor. La sábana de encima, me gustan mucho las que son lisas, pero tienen alguna decoración. Encontrarás muchas de este tipo en la colección Hotel de Zara home. Te dejo una foto para que veas a lo que me refiero. Recuerda siempre colocarlas al revés para que cuando hagas la doblez en la parte de la cabeza, el dibujo quede del derecho.
7. ¿Qué es mejor edredón o colcha? Depende del tiempo. Escoge la composición adecuada para la estación del año en la que estás. Si vendes tu casa en invierno, coloca un edredón esponjoso con una bonita funda nórdica. Si, en cambio, vendes tu casa en verano, utiliza colchas de hilo que aporten sensación de frescura. Si te gustan los estampados florales, las coberturas son las mejores piezas para lucirlos. Una funda nórdica floreada puede ser muy bonita, pero recuerda escoger estampados discretos y luminosos. Referente a la forma de colocarlos, tanto si pones una colcha como un edredón, no los extiendas del todo en la cama, colocalos de la mitad de esta para abajo.
8. Almohadas, almohadones, cojines… las piezas estrellas. Sin ellos, las camas, no son nadie. Aquí puedes escoger un montón de tamaños, colores, texturas… Aunque ten cuidado porque puedes contraer la enfermedad de los cojines y rellenar la cama en exceso. Pasa mucho.
Foto del después, escenografía de Casa Conceptual para casas en venta.
Primera línea: Yo coloco en vertical las almohadas que usamos para dormir porque de esta forma hacen de soporte para el resto de cojines. Lo puedes ver en la foto.
Segunda línea: Sobre los anteriores, coloco dos cojines grandecitos más o menos de 55x55cm cuadrados o rectangulares. Los estampados con fondo blancos de la foto miden 60x50cm.
Tercera línea: Para que no te quede huecos en los lados cuando coloques la siguiente fila, coloca dos cojines pequeños un poco separados entre si. Las medidas, 50x50cm. Puedes colocarlos en color ya que van sobre el más grande todos que hemos dicho de ponerlo blanco, siempre y cuando el color sea claro o intermedio, nunca oscuro.
Cuarta línea: Sobre los dos anteriores y en el centro, coloco el más grande de todos. Suelo utilizarlo blanco, a veces con alguna textura y otras veces lisos. Las medidas, más o menos de 60x60cm, que sea el protagonista, pero que no tape a los de abajo.
Quinta línea: ¡Los últimos! Coloca dos cojines pequeños y rectangulares frente a los dos anteriormente mencionados. Si los anteriores los escogiste en color, coloca estos en blanco, si no, puedes permitirte algo de color o estampados siempre que sean discretos. Los de la foto miden 50x30cm.
Así explicado puede parecer mucho lío, pero una vez que lo tengas, verás como no tardas ni 30 segundos en colocarlos todos.
9. Coloca plaids a los pies de la cama. Si crees que el resultado es bueno, pero le falta algo más, prueba colocando un plaid (manta pequeña de sofá) a los pies de la cama. Si es verano, coloca mantitas de hilo frescas. Si es invierno, prueba con una manta suave de pelo largo. Puedes colocarlo bien puesto y estirado a lo largo del ancho de la cama o dejado caer, como más te guste.
10. Fíjate en la estructura de tu cama. Si tienes simplemente un somier de patas o una cama arcón -quiero decir que no tiene aro- las cuales no suelen ser muy bonitas, no olvides colocar un cubrecanapé. Hay arcones que ya vienen forrados en tela o en piel, pero los normales son bastante feos así que es mejor que compres un cubrecanapé para ocultarlo. Además es recomendable usarlo para el día a día porque protege la tela de las rozaduras de los zapatos que dejamos marcados cuando nos acercamos a hacer la cama. Te recomiendo elegir uno lo más clarito posible para que no tenga mucho protagonismo.
11. No olvides la guinda del pastel, las bandejas de desayuno. Cuando vayas a recibir las visitas de tus potenciales clientes, deja una bandeja con unas tazas de desayuno y un jarroncito con una flor. ¡No vendas una casa, vende un estilo de vida! Estas pequeñas cosas son las que hacen que los espacios sean apetecibles de verdad.