Es probable que necesites un lavado más profundo en el caso de que tus hijos y marido coman en la cama, donde manchas de bebidas, lápices, vino y un largo etcétera en prendas tan grandes como un plumón pueden necesitar un tratamiento un poco más largo para que quede realmente limpio.
1- Comienza sacudiendo el plumón o cubrecamas, por ambos lados, para que puedas eliminar la mayor cantidad de polvo y pelusas que tenga.
2- Continúa limpiando sus bordes, ya que es allí donde se acumulan las suciedades más rebeldes, que se impregnan en la tela. La idea es sacar las manchas o ablandarlas en seco, por ejemplo con un cepillo humedecido con detergente.
3- luego, pon tu plumón en la lavadora. Recuerda que debes lavarlo con agua tibia y ojalá enjuagarlo varias veces.
4- Lo mejor sería no centrifugarlo, porque esto desgasta bastante la tela y el cubrecamas podría deformarse. Intenta dejar escurrir el agua con el cubrecamas colgado o tendido.
5- Nunca uses la secadora, ya que destiñen fácilmente. Por lo mismo, sécalo a la sombra.
6- Si tienes uno de pluma, toma en cuenta que después de lavado la tela se secará más rápido que las plumas. Así es que ojo con sacarlo del secado antes de tiempo, porque las plumas húmedas van a impregnar todo de un olor muy desagradable.