1. Establece una rutina diaria
Al igual que cuando vamos al gimnasio, una rutina diaria es útil para abarcar todos los puntos clave de nuestro recinto.
Lo podemos hacer de una manera sencilla y en corto tiempo y así mantenerlo aseado en su totalidad.
Para ello, haz una lista de todas las actividades importantes a realizar, como lavar ropa, barrer, trapear o encerar, asear el baño y la tina, cambiar tendidos y demás.
Posteriormente, divide en los 7 días de la semana estas tareas domésticas (dependiendo de su dificultad o del tiempo que se lleve).
Ejemplo:
- Lunes: limpiar los vidrios.
- Martes: quitar el polvo, barrer y encerar o trapear.
- Miércoles: lavar ropa.
- Jueves: organizar el guarda ropa.
- Viernes: limpiar la cocina.
- Sábado: cambiar los juegos de cama.
- Domingo: asear los baños.
Una rutina similar te ayudará a hacer más sencilla la organización de tu casa.
Además, el fin de semana o el día que descanses va a ser mínimo el tiempo del que debes disponer para hacer estas actividades.
2. No tengas más de lo que necesites
Claro que hay objetos que son realmente indispensables, pero cuando vayas a comprar algún elemento para tu hogar como una mesa, una lámpara o cualquier adorno en general, pregúntate: ¿realmente es una necesidad?, ¿me va a facilitar la vida de alguna manera?
Si la respuesta es “no” o tienes dudas, mejor prescinde de ello.
Recuerda que entre más cosas tengas en casa más desorden y suciedad se formará.
3. Usa ganchos
Si eres de las personas que deja las llaves, la sombrilla, el saco, la cartera y cualquier objeto en alguna parte de la casa, coloca percheros o ganchos en puntos estratégicos.
Por ejemplo la sala, el cuarto y, si tienes hijos, en su habitación también.
Así ordenaremos parte de esos objetos que en el transcurso del día van quedando regados.
4. Tiende tu cama antes de salir
Nada es más relajante que encontrar la cama limpia y en orden después de un arduo día de trabajo, igualmente facilita la limpieza de la habitación.
5. Lava la loza después de cada comida
Sin necesidad de desperdiciar agua es importante que cada vez que uses la vajilla la laves.
Si hay algo tedioso es encontrar un lavaplatos rebosado de comida y los platos sucios.
Quienes conforman el hogar pueden lavar lo que usaron para su comida, haciendo más sencillo que la cocina este limpia y sin mucho esfuerzo.
A la par, mientras preparas los alimentos ve limpiando los utensilios que usaste para evitar que se acumulen.
6. Mantén tu ropa organizada
Así sea solo unos calcetines o una camisa tirada, ya te hacen ver como la persona más desorganizada del universo.
Utiliza cestas para la ropa sucia y para la ropa limpia, por si no tienes tiempo o energía para lavarla o doblarla estará recogida en un solo lugar y no le dará mal aspecto a tu hogar.
7. Limpia seguido la lavadora
Aunque es un electrodoméstico al que no le prestamos mucha atención en temas de aseo, es necesario que estés pendiente de eliminar las motas y demás residuos que ésta acumula.
Para evitar que el moho y los hongos crezcan cada vez más, deja abierta la tapa de la lavadora después de cada ciclo, con esto la humedad se evaporará.
8. Asea constantemente a tu mascota
Ya sea gato, perro, pájaro, ¡o lo que tengas en tu hogar!, sostén un alto nivel de higiene en tu mascota, así puedes prevenir que manche tus muebles o camas, que lleguen bichos a tu casa y que se llene de mal olor.
9. Deja todo en su lugar
Te ahorrarías mucho tiempo si dejaras cada cosa que usas en su puesto, tu casa se verá menos desordenada y la limpieza será más práctica.
10. Limpia inmediatamente las manchas
Si dejaste derramar la leche o algún líquido en la estufa, suelo, mesa de noche o comedor ¡pasa un trapo de inmediato!, será más complicado eliminar la mancha después de estar seca.
El mantener tu casa en orden además de darle un buen aspecto, ayuda a que tu vida sea mucho más armoniosa y que el estrés disminuya, ya que te sentirás realmente a gusto.