Si acostumbras a cambiar las sábanas con regularidad, después de leer este artículo te alegrarás de ti misma…
Como según las estadísticas pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, es necesario tomar ciertos recaudos y mantener la cama lo más limpia posible.
¿Quieres saber qué pasa si no cambias las sábanas? Ven conmigo y averígualo.
¿Qué se puede hallar en las sábanas?
Si tuvieras la oportunidad de mirar bajo el lente de un microscopio lo que hay en una sábana usada, creo que no te gustaría mucho saber el resultado que tu experimento arrojaría. Se sabe que contienen unos insectos microscópicos denominados ácaros del polvo, que comen las células muertas de nuestra piel. Se reproducen, viven y mueren entre los tejidos de nuestras sábanas por lo que pueden provocar que tengamos una grave alergia e inclusive padezcamos de problemas con el sistema inmunológico, ya que bajan nuestras defensas.
Además de los ácaros del polvo, podemos encontrar células muertas de la piel, pues nuestro organismo despide más de un millón al día. Esto significa que, si pasas un tercio del día durmiendo, en tu cama se pueden encontrar cerca de 350.000 células, ¡y todo eso en solo una noche! Asimismo, ten en cuenta que el organismo segrega aceites naturales mientras estás durmiendo y estos también van a parar en tus sábanas.
Pero eso no es todo…
Tampoco podemos olvidarnos del sudor que queda entre los tejidos de la tela de la sábana, ¡sobre todo si la noche está muy calurosa! Todo eso es absorbido por la tela y queda allí hasta que las laves. Lo mismo ocurre con otros fluidos como la saliva, la sangre, la orina y el semen.
Y ni hablar si eres de esas personas que adoran comer bocadillos en la cama pues es más que probable que las migas se esparzan por todos lados y terminen durmiendo sobre restos de comida. ¡Adorable!
¿Cómo evitar entrar en contacto con tanta suciedad?
La respuesta es muy simple: solo debes cambiar tus sábanas y lavarlas una vez a la semana. El plazo puede extenderse a dos semanas pero no mucho más. Inclusive deberás tener en cuenta la importancia también de higienizar la almohada por lo menos dos veces al año, ya que también es susceptible de tener ácaros y todo tipo de gérmenes.
Como verás, mantener limpias las sábanas de tu cama te posibilita tener una vida libre de gérmenes y evitar enfermedades que se producen por la baja en las defensas. ¿Qué tal?