1. Deja las cosas colocadas después de usarlas. Esta es una instrucción fácil que a gente caótica como a mí nos cuesta, aunque lo cierto es que si todo está en su sitio el fin de semana es más fácil limpiar si ya está todo en su sitio.
2. Limpia a medida que se vaya ensuciando. Esto es fundamental en casas donde comparten el baño varias personas y hay alguien que se deja los pelos en el desagüe o que no limpia bien el urinario después de usarlo. Convence a tus compañeros de piso de que poniendo un poco de su parte la limpieza del fin de semana durará más.
3. Elimina los adornos superfluos. Yo soy la principal fan de tener toda la encimera del lavabo llena de botecitos y florecitas pero lo cierto es que entorpecen un montón a la hora de limpiar. Procura reducir al mínimo los adornos.