Cortinas romanas
Este tipo de cortinas son las que se han estado llevando los últimos años. Poco a poco han ido evolucionando y haciéndose cada vez más barrocas y recargadas, con grandes estampados y recogidos de tela en la parte superior. Hoy por hoy se prefieren los colores lisos, que pasan menos de moda, para poder jugar más con las formas; colgantes, voluptuosas, recogidas en dos trazos con agarraderas o con adornos superiores en otros colores. Este estilo de cortinas se utilizan por lo general para grandes ventanales, fundamentalmente en los salones y salones-comedores o en algunas habitaciones que tengan una ventana muy amplia.
Cortinas venecianas
Este estilo de cortinas están destinadas a puertas y lugares de paso para evitar el paso de aire o insectos. Existen de todo tipo: de aluminio, de plástico, de hierro. Estas cortinas se utilizan más en casas o viviendas unifamiliares y chalets donde son más necesarias aunque en los pisos de la gran ciudad también pueden ser útiles para entradas de terrazas, balcones o galerías. Aquí se impone el gusto propio ya que se suelen utilizar para varias temporadas y es una elección muy personal. Se pueden encontrar desde los colores llamativos en plástico para alegrar el ambiente o el tupido color gris del hierro, también las podemos encontrar hechas de un sinfín de elementos y compuestos con colores.
Estores
Son la opción más práctica, sencilla de instalar y limpiar. En este terreno se han impuesto los colores fuertes, pero no llamativos como el rojo, azul, ocre, amarillo y verde. La tela que manda en el sector de los estores es la loneta. Para este tipo de cortina es preferible disponer de ventanas correderas, pues si éstas se abren para adentro resultan muy incómodas porque es necesario plegar todo el estor para abrir la ventana. Si es una habitación por la que no entra mucha luz no es conveniente un color oscuro, en este caso podemos poner un estor blanco con alguna cenefa o motivo alrededor que le vaya a la decoración de la habitación sin llegar al exceso.
Visillos
Constituyen todo un mundo aparte de lo que son las cortinas tradicionales ya que sirven como complemento a estas y por ello deben hacer juego. Si la cortina es recargada por el color o la forma, el visillo a de ser ligero, sencillo y sin adornos ni puntillas. Por el contrario si la cortina es muy sencilla siempre estamos a tiempo de ponerle un visillo con puntillas, crepe o raso, pero en cualquier caso tampoco es conveniente recargar mucho el conjunto visillo-cortina. El color de la tela del visillo es otra opción con la que se puede jugar.